LAS MENTIRAS TIENEN LAS PATAS CORTAS...
Como si de una mala novela negra se tratara, algunos
personajes de la comunidad de propietarios han urdido una trama para intentar
desprestigiar mi imagen personal.
Desde la Junta Rectora, el presidente y el secretario han
orquestado una campaña de desprestigio hacia mi persona. Utilizan todos los
medios a su alcance, medios que en algunos casos pagamos todos los
propietarios, y por supuesto, todos los propietarios que saben que todo lo que
dicen es mentira.
Los que estuvieron en la pasada convocatoria de Junta
General de Propietarios, en el Hotel Vecindario, saben exactamente lo que pasó,
saben exactamente por que se suspendió, saben exactamente quien y quienes
fueron los verdaderos responsables de que la Junta General no se celebrara.
La principal responsable de todo lo acontecido allí, fue la
administrativa María Rivera, que por pretender contentar a sus “señores”
(presidente y secretario de la comunidad y representante de la empresa
explotadora), intentó colarnos un sinfín de autorizaciones sin haberlas
controlado en la mesa, a lo cual nos negamos y después de verificar que muchas
de las autorizaciones que ella había dado por buenas (sin control en la mesa),
no tenían la documentación justificativa (fotocopia del D.N.I.) por lo que
fueron posteriormente rechazadas, y ante la amenaza del representante de la
empresa explotadora de que impugnaría la Junta General, y después de mucho
deliberar sobre el asunto, el secretario de la comunidad informó que la Junta
General no se celebraba.
Posteriormente, el presidente después de analizar todas las
autorizaciones presentadas por
nuestro grupo, decide en un acto de mala fe, ya que no me cita para conocer mi
versión, y sin autorización de la Junta General, como es su obligación, presentar denuncia penal
contra mi hija y contra mi, por tres autorizaciones de propietarios alemanes,
acusándonos de un delito de falsedad en documento privado.
La actuación de estos personajes, planeada desde las sombras
de la venganza, es una penosa reacción porque un servidor es quien ha destapado
todas las irregularidades, por llamarlas de alguna manera, que existen en
nuestra comunidad de propietarios y en la empresa de explotación turística.
Todo esto que me sucede no es un hecho casual, es fruto de una estrategia
premeditada, donde intervienen varios actores, que son de todos conocidos:
El presidente, que miente en las Juntas Generales, como
pudimos constatar, que interpone, en representación de la comunidad, denuncia
penal en contra de un propietario sin autorización de la Junta General, como es su obligación, que
favorece los intereses de empresas ajenas a la comunidad de propietarios.
El secretario, defensor a ultranza de los intereses de la
empresa explotadora (con cuyos votos fue elegido), que pretendía que un
servidor lo contratara como asesoría jurídica de la comunidad, en mi época de
presidente, que pretendía ser el administrador y que quería llevarse toda la
documentación administrativa a su domicilio particular, y yo siempre se lo
impedí, de ahí su inquina personal hacia mi.
La administrativa, trabajadora que ha demostrado con su
actuación, una falta de integridad sin límites, que no cesa de falsear la
realidad en beneficio de los intereses de sus “señores”.
El Vicepresidente y director turístico, manifiesta es su
animadversión hacia un servidor (véanse las actas de la Junta Rectora cuando
era presidente), habitual visitante de los propietarios de explotación para
ofrecerles dinero a cambio de votos (de esto la Junta Rectora nunca comenta
nada), ahora contratos a cambio de votos, cuyo único interés es el de la
empresa explotadora y no el de la comunidad de propietarios (de todos es sabido que no se puede servir
a dos amos).
Estos personajes, están sembrando a los cuatro vientos que
un servidor ha falsificado las firmas de varios propietarios para tener más
votos en la Junta General de Propietarios y nada más lejos de la realidad.
Ya hemos declarado mi hija y yo en el juzgado, hemos contado
la realidad de lo que ha sucedido, y no somos responsables de nada de lo que se
nos acusa, jamás hemos falsificado firma alguna, jamás hemos manipulado la firma
de ningún propietario.
Si algún propietario tiene interés personal en conocer estas
declaraciones, que se ponga en contacto conmigo, apartamento 123.
Todos los que me conocen, saben que sería incapaz de hacer
eso. No se si podrían decir lo mismo esos que me acusan.
Entiendo que lo fácil, lo cómodo, es dejarse llevar,
escuchar a una parte, evidentemente la más interesada en que no se sepa la
realidad de las cosas que suceden en nuestra comunidad de propietarios, y
juzgar. Pero no olviden que yo soy como ustedes, un propietario más, con pocos
recursos, aunque apoyado por un número importante de propietarios, pero les
aseguro que con la fuerza de la verdad y la honestidad. Les pido que no sean
cómplices de este abuso de poder, de esta estrategia de mentiras de pasillo y
oficinas cerradas.
Otra falacia que gritan a los cuatro vientos, es que yo les
pido el voto para mi, ustedes mejor que nadie saben que eso es mentira. Reto a
cualquiera de ustedes a que manifieste con honestidad, si yo le he pedido
personalmente el voto alguna vez. Siempre les he solicitado que se personen
directamente en las Juntas Generales y si no pueden hacerlo que no pierdan su
derecho al voto, delegándolo en alguien de su confianza, jamás les he pedido
que sea yo esa persona, jamás.
Quiero aprovechar para invitar a todos los propietarios, que
de alguna manera se han visto
influenciados por estos personajes, para que me conozcan y puedan ver la
información y documentación de la que dispongo, y conozcan la verdad de lo que
impera en nuestra comunidad de propietarios, y de lo que está haciendo la
empresa explotadora en nuestro complejo, con la connivencia de la Junta Rectora
y de la administrativa de la comunidad, yo no tengo nada que ocultar, más bien
todo lo contrario, me gustaría que ustedes contrastaran la información que yo
puedo darles y después decidan, pero con toda la información, no se dejen
engañar, que la cosa está muy mal, como para regalarles, o mal usen, nuestro
dinero.
Blas Padrón.
LÜGEN
HABEN KURZE BEINE
So wie in einem schlechten Groschenroman versuchen einige Leute der Eigentümergemeinschaft,
ein Netz zum Herabsetzen meiner Person zu spannen.
Von Seiten des Verwaltungsrates haben der Präsident und der Sekretär eine
Kampagne gegen mich inszeniert. Sie benutzen alle Mittel, die in ihrer Macht
sind, und die in einigen Fällen von allen Eigentümern bezahlt werden und
natürlich wissen alle Eigentümer, daß alles was sie sagen Lügen sind.
Die, die in der letzten Einladung zur Generalversammlung der Eigentümer im
Hotel Vecindario anwesend waren, wissen genau, was passiert ist, wissen auch
genau, warum die Versammlung abgebrochen wurde und wissen, wer die wahren
Verantwortlichen für die Nichtabhaltung der Generalversammlung waren.
Die Hauptverantwortliche für all das Vorgefallene vor Ort war die
Angestellte, Frau Maria Rivera, die, um ihre „Herren“ (Präsident und Sekretär
der Verwaltung und Stellvertreter der Vermietungsgesellschaft) zufrieden zu
stellen, den Versuch unternahm unzählige Vollmachten, ohne diese am Tisch
überprüft zu haben, durchlaufen zu
lassen. Wir haben uns selbstverständlich dagegen gewehrt, nachdem festgestellt
wurde, daß viele der Vollmachten, die von ihr als gut angesehen wurden (ohne
Kontrolle am Tisch) nicht die vorzulegende Dokumentation aufwiesen (Fotokopie
des Personalausweises). Aus diesem Grund wurden diese Vollmachten abgelehnt und
aufgrund der Drohung des Stellvertreters der Vermietungsgesellschaft gegen die
Generalversammlung Einspruch
einzulegen und nach langer Debatte über diese Angelegenheit informierte der
Sekretär darüber, daß die Generalversammlung nicht stattfinden würde.
Nachträglich, nachdem der Präsident all die von unserer Gruppe vorgelegten
Vollmachten überprüft hat, beschließt er in einem schlechtgläubigen Akt, ohne
mich gerufen zu haben, um meine Ansicht anzuhören und ohne die Genehmigung der
Generalversammlung, was seine Pflicht wäre, eine Strafanzeige gegen meine
Tochter und mich zu erheben. Man beschuldigt uns im Fall von drei Vollmächten deutscher
Eigentümer einer Fälschung eines privaten Dokumentes.
Die Handlungsweise dieser Figuren, aus dem Schatten der Rache planend, ist
eine unschöne Reaktion, da es sich um einen „Diener“ handelt, der all die
Unregelmäßigkeiten in unserer Eigentümergemeinschaft und touristischen Vermietungsgesellschaft
aufgedeckt hat. All das, was mir passiert, ist nicht zufällig, sondern Frucht
einer ausgeklügelten Strategie, wo mehrere Schausteller agieren, die allen
bekannt sind:
Der Präsident, der in den Generalversammlungen, wie wir feststellen
konnten, lügt. Welcher in Repräsentation der Gemeinschaft, ohne Vollmacht der
Generalversammlung, wie es seine Pflicht wäre, eine Strafanzeige gegen einen
Eigentümer einlegt, die die Interessen eines Unternehmens, nicht zugehörig zur
Eigentümergemeinschaft, bevorteilt.
Der Sekretär, Verteidiger aufs Äußerste der Interessen der
Vermietungsgesellschaft (mit deren Stimmen er gewählt wurde), welcher
anstrebte, daß ein „Diener“, in meiner Zeit als Präsident, ihn als Rechtsberatung
der Gemeinschaft unter Vertrag nehmen sollte. Der ebenfalls anstrebte,
Verwalter zu sein und der sich die gesamte Dokumentation der Verwaltung mit
nach Hause nehmen wollte. Ich habe ihm dieses immer untersagt und wohl auch
daher seine persönliche Abneigung gegen mich.
Die Verwaltungsangestellte, die mit Ihrer Handlungsweise ein Fehlen von
Integrität ohne Grenzen aufgewiesen hat und die nicht damit aufhört die
Realität zum Vorteil der Interessen ihrer „Herren“ zu fälschen.
Der Vizepräsident und touristische Direktor, der seine Ablehnung gegen den
„Diener“ bekundet (zu sehen in den Protokollen des Verwaltungsrates zur Zeit
meiner Präsidentschaft) und der gewöhnlich die Eigentümer in der Vermietung
besucht, um ihnen Geld gegen das Stimmrecht anzubieten (davon spricht der
Verwaltungsrat nie), ab jetzt Verträge zugunsten des Stimmrechtes. Sein
einziges Interesse liegt bei der Vermietungsgesellschaft und nicht im Interesse
der Eigentümergemeinschaft (es ist allen bekannt, daß „kein Knecht zwei Herren
dienen kann“).
Meine Tochter und ich haben bereits auf dem Gericht ausgesagt. Wir haben
die Wahrheit des Vorganges geschildert, und wir sind für nichts verantwortlich,
was man uns vorwirft. Wir haben nie eine Unterschrift gefälscht und auch nie
die Unterschrift eines Eigentümers manipuliert.
Wenn irgendein Eigentümer an diesen Aussagen
interessiert sein sollte, so möge er sich mit mir in Verbindung setzen, Apto.
123.
Alle, die mich kennen, wissen, daß ich nicht fähig
wäre so etwas zu machen. Ich weiß nicht, ob die, die mich anzeigen, dasselbe
sagen können.
Ich verstehe, daß es leicht
und bequem ist, sich von der Seite beeinflussen zu lassen und zu richten, die offensichtlich
am meisten interessiert ist, daß man nicht die Wahrheit der Dinge, die in
unserer Eigentümergemeinschaft passieren, erfährt. Bitte vergessen Sie nicht,
daß ich einer von Ihnen bin, ein Eigentümer mehr, mit geringen Mitteln, obwohl
durch eine bedeutende Anzahl von Eigentümern unterstützt, doch ich versichere
Ihnen, mit Kraft der Wahrheit und der Ehrlichkeit. Ich bitte Sie darum, nicht
Komplize dieses Mißbrauchs der Macht, dieser Strategie der Hinterhoflügen und
verschlossenen Türen zu werden.
Ein weiterer Trugschluß, der aus allen vier Richtungen kommt, ist, daß ich
bei Ihnen das Stimmrecht für mich beantrage. Wer kann es besser wissen als Sie,
daß dieses nicht so ist. Ich fordere jeden von Ihnen auf, daß Sie mit
Ehrlichkeit aussagen mögen, ob ich irgendwann persönlich von Ihnen das Stimmrecht angefordert habe. Ich
habe immer angefordert, daß Sie in der Generalversammlung persönlich vorstellig
werden und wenn Sie das nicht können, nicht Ihr Recht auf Wahl zu verlieren und
jemandem Ihrer Wahl Ihre Stimme zu geben. Nie habe ich von Ihnen verlangt, daß
ich diese Person sein soll. Niemals!
Ich möchte den Moment nutzen, um alle Eigentümer, die sich auf irgendeine
Weise von diesen Persönlichkeiten beeinflußt gesehen haben, einladen, daß Sie
mich kennenlernen und daß Sie die Information und Dokumentation, die ich habe,
sehen können und daß Sie die Wahrheit, die in unserer Eigentümergemeinschaft
herrscht erkennen. Erkennen Sie, was die Vermietungsgesellschaft mit der
Duldsamkeit des Verwaltungsrates und der Angestellten der Gemeinschaft in
unserem Komplex macht. Ich habe nichts zu verbergen, eher das Gegenteil, denn
ich würde mich freuen, wenn Sie die Information, die ich Ihnen geben kann, überdenken
würden und danach entscheiden. Entscheiden Sie mit der gesamten Information,
und lassen Sie sich nicht täuschen, denn die Dinge laufen zu schlecht, als daß
wir ihnen etwas schenken oder unser Geld schlecht nutzen lassen.
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