SR. PRESIDENTE, …NO NOS HAGA PERDER EL TIEMPO.

Hace unos días, recibí una llamada de un propietario del complejo, con el que había coincidido en recepción cuando retiramos las llaves, ya que ambos sacamos el apartamento de explotación el mismo día. Una semana después, coincidí con este mismo propietario en Triana y hablamos un rato sobre los problemas del complejo y aprovechamos para pasarnos los teléfonos y así poder estar más en contacto. Esta llamada, era para invitarme a una reunión que quería tener con el Presidente de la Junta Rectora, el Sr. Eloy, yo le comenté que me encantaría, pero que eso no iba a ser posible, ya que el Secretario de la Junta Rectora, Don Carlos Bethencourt, no iba a permitir que el Sr. Eloy se reuniera con nosotros sin su presencia. Después de insistir e intentar convencerlo de que eso no iba a ser posible, accedí. La reunión se convocó para el día 28 de julio a las 18'00 hs. 

Cuando me comunicó el lugar, me pareció un poco raro que el Sr. Eloy quedara con nosotros en el colegio de abogados de Las Palmas para reunirnos con él sólo. Enseguida relacioné el colegio de abogados con el Secretario (abogado), y ya no me quedó la menor duda de que esa reunión no se llevaría a cabo, que ahí estaría el Secretario esperándonos. 

Llegado el día, entramos en el colegio de abogados y se verificaron todas mis sospechas, pudimos ver la presencia de Don Carlos Bethencourt, acompañado por Srta. María, administrativa de la comunidad, el Sr. Eugenio Martel (Inversiones Jardín Tropical), y la Junta Rectora casi al completo, a falta de algunos componentes. Nada más entrar y visto el recibimiento, expresamos nuestro malestar porque la reunión había sido convocada sólo y exclusivamente con el Presidente Sr. Eloy, lo que al parecer enojó a Srta. María y al Secretario, que se  enzarzaron en una discusión con uno de los propietarios que trataba de enseñar los correos enviados a la señorita María donde se hacia constar la petición de la reunión con el Presidente de La Junta en exclusiva. Seguidamente interrumpe el Secretario diciendo que la ley no permitía al Presidente reunirse con propietarios, sólo con la Junta Rectora, como así, según él, constaba en los Estatutos, que enseñaba constantemente mientras hablaba, pero nunca hacía mención a ningún artículo, se limitaba a enseñar la carátula de los Estatutos, mientras,  de forma airada,  repetía una y otra vez que no nos podíamos reunir con el Presidente porque los Estatutos no lo permitían. 

Durante unos momentos la discusión subió de tono, todo fue muy desagradable, donde cada uno, y de forma dispersa y desordenada, discutíamos con el que teníamos en frente. La Srta. María comentaba que era mejor que nos reuniéramos con la Junta Rectora, ya que cada uno llevaba una parte y así podríamos resolver mejor nuestras preguntas (cosa que pongo en duda). A una reunión donde esté el Secretario, tendría que asistir otro abogado, ya que con frecuencia, o hace mención a la ley, sin remitirse  a los artículos o hace mención a la interpretación y así es muy difícil mantener una conversación. Recuerdo que uno de los comentarios que hizo ese día, fue que a lo mejor el presidente no sabría responder a alguna pregunta o que nosotros éramos más, (como si en vez de propietarios de la comunidad fuéramos el enemigo). Sr. Secretario, si el Presidente no hubiera sabido contestar alguna pregunta ya se informaría sobre el aspecto en cuestión y en otro momento nos lo comunicaría. 

Después de todo este lamentable espectáculo, el Presidente accedió a reunirse con nosotros en una sala en frente de donde estaba la Junta Rectora, pero ya los nervios estaban a flor de piel, había mucha tensión y una de las propietarias se empezó a encontrar mal. Visto el cariz que había tomado aquello,  decidimos desistir e intentarlo en otra ocasión. El Sr. Eloy,  antes de irme, me dijo que aquellas personas estaban allí porque aprovechó que tenía otra reunión y nos convocó también a nosotros, ya que estaba de vacaciones en Puerto Rico y no quería estar desplazándose más veces a Las Palmas. 

Sr. Eloy ¿no había ninguna fecha, en lo que queda de año, para poder reunirnos con usted sin la presencia de la Junta Rectora y tener un cambio de impresiones, simplemente sin más? De todo lo que pasó sólo pude sacar una cosa en claro, y siempre según sus palabras, que se había subido la cuota de la comunidad, porque hacía tiempo que no se subía.

Sr. Presidente, por favor, si pedimos una reunión con usted sólo y, usted,  por los motivos que sean, no quiere, dígalo, …y no nos haga perder el tiempo. 

Si una reunión con usted para plantearle cualquier problema, o bien para que nos aclare algunas dudas, o para hacerle alguna sugerencia, es una ilegalidad, como decía el Secretario, y no podemos hacerlo, dígalo también …y no nos haga perder el tiempo.

Usted se ha hartado de decir en las asambleas que es una persona abierta al dialogo, dispuesta a escuchar cualquier sugerencia de los propietarios y que está a nuestra disposición, y si ahora no lo piensa así porque ha cambiado de idea, dígalo …y no nos haga perder el tiempo. 

Si usted, como Presidente, no se encuentra capacitado para tener una reunión con quien usted quiera, sin ser supervisada por el Secretario, dígalo …y no nos haga perder el tiempo.

O si está de vacaciones y no puede reunirse con nosotros, esperaremos el tiempo que sea, hasta que usted pueda, pero, por favor, …no nos haga perder el tiempo. 

Sr. Presidente, créame... somos unos propietarios que queríamos una simple reunión sólo con usted, donde no hubiera nadie que enredara o que dijera que es cuestión de interpretación. Eso lo podemos dejar para las asambleas, donde hay una mayoría de propietarios documentados y hasta juristas participando en ella, donde usted tiene que estar con su Junta Rectora o equipo de trabajo, pero no para una reunión informal, donde sólo pretendíamos que fuera por unos cauces cordiales y amables. 

 

Sr. Presidente, reflexione con todo esto, para que no se vuelva a repetir un incidente tan bochornoso como el vivido en el colegio de abogados. Usted se sentirá mejor y nosotros ¡…NO PERDEREMOS EL TIEMPO!.

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